En un contexto donde el Senado aprobó a mediados de febrero una propuesta de ley impulsada por Los Republicanos y respaldada por el gobierno, que busca prohibir los signos religiosos en todas las competiciones deportivas, la ministra de Deportes, Marie Barsacq, ha manifestado sus reservas, según informa Libération. Durante una comparecencia ante los diputados el miércoles 12 de marzo, Barsacq advirtió sobre «las confusiones» y los «malentendidos» que pueden surgir al asociar el uso del velo con la radicalización en el ámbito deportivo, marcando así distancia de un texto defendido por el ministro del Interior, François-Noël Buffet. «Los temas de radicalización en el deporte son un asunto distinto al del uso del velo y los símbolos religiosos», afirmó Barsacq. Subrayó que la prioridad de su ministerio es «garantizar el acceso a la práctica deportiva para todos» y que el deporte debe seguir siendo «una herramienta de emancipación». La semana pasada ya había señalado que prohibir el velo en el deporte amateur no era «una prioridad» para el gobierno. Apoyándose en una guía destinada a las asociaciones deportivas, la ministra insistió en la importancia de evitar simplificaciones excesivas. «La laicidad no se reduce al hecho de llevar o no el velo», declaró. «El uso del velo no es infiltración. La infiltración no se reduce al uso del velo. Estos temas son complicados.» Marie Barsacq Esta postura contrasta con la línea adoptada por algunas federaciones deportivas, especialmente en el fútbol, donde el velo está prohibido, mientras que en otras disciplinas, como el balonmano, se permite.