En el corazón de la ciudad de Fez, capital espiritual de Marruecos, se encuentra la universidad más antigua del mundo. Fundada en el siglo IX, Al Quaraouiyine se ha convertido en un faro del conocimiento y la investigación, contribuyendo al desarrollo intelectual y científico de la humanidad. La historia está repleta de ejemplos que desafían las ideas preconcebidas sobre el rol de las mujeres en el mundo árabe y musulmán, demostrando cuánto han contribuido, junto a los hombres, a la grandeza de la civilización musulmana a lo largo de los siglos. Fatima al-Fihriya es una de esas figuras cuya vida misma contradice los estereotipos que sugieren que las mujeres musulmanas y árabes están confinadas y carecen de educación. En el siglo IX, en Fez, esta mujer fundó lo que se convertiría en la universidad más antigua del mundo, alrededor del año 800 d.C. No obstante, algunos historiadores han atribuido este logro a Oqba Ibn Nafi, una figura prominente en la conquista islámica del Magreb, conocido como «el conquistador de Ifriqiya». En su obra «Las mujeres antes del Islam», Shams Eddine Kamal escribió que «Oum Al Banine fue la fundadora de la universidad más antigua del mundo». Se refería a «Fatima Bint Mohammed al-Fihriya al-Qurashya, una mujer árabe musulmana de la familia de Oqba Ibn Nafi al-Fihri al-Qurashi, conquistador de Túnez y fundador de la ciudad de Kairuán». Fatima al-Fihriya era parte de los árabes que emigraron de Kairuán al Magreb extremo. Se estableció en Fez durante el reinado del sultán Moulay Idriss II (803 – 828). Shams Eddine Kamal confirmó que había huido «con árabes desde Kairuán para asentarse en un barrio de Fez». El mismo autor relató que, tras establecerse en el país, Fatima perdió a su padre, su esposo y su hermano, heredando una gran fortuna que compartió con su hermana Miryam al-Fihriya, conocida como Oum Al Qassim. «Fatima dedicó toda su herencia al desarrollo de su comunidad, al igual que las grandes figuras de todos los tiempos», escribió Kamal. Por su parte, Miryam destinó su legado a la construcción de la mezquita de Al Andalus. Técnicas de construcción distintivas Al-Fihriya empleó métodos únicos en la construcción de la universidad, como se menciona en «Tunecinas célebres» de Hassan Hosni Abdel Wahab. Este último explicó que Fatima se comprometió a utilizar únicamente los materiales del terreno que había adquirido para el establecimiento. «Excavó cuevas profundas para extraer arena amarilla, estuco y piedra, diferenciándose notablemente de las construcciones de mezquitas». Con el tiempo, la universidad Quaraouiyine se convirtió en la primera del Magreb y del mundo. Fez emergió como un centro científico y cultural que competía con otras ciudades académicas, como Córdoba en Al-Andalus y Bagdad en Irak. El papel de la universidad no se limitaba a la enseñanza de ciencias religiosas; los estudiantes también aprendían matemáticas, astrología, medicina, anatomía y ciencias mentales. La revista Daouat Alhaq, editada por el ministerio marroquí de Habous y Asuntos Islámicos, recordó que allí se impartían estas disciplinas. Un faro de conocimiento global La universidad atrajo a estudiantes de diversas ciudades de Marruecos, así como de Andalucía y el Machrek. Al Quaraouiyine se transformó en un verdadero crisol de conocimiento científico y universitario, donde se congregaban para enseñar y aprender. Se elevó al rango de las altas instituciones en las que el Estado se apoyó para la formación de jueces y figuras intelectuales importantes en el Magreb y Al-Andalus. Los cambios de dinastías no afectaron el estatus de la universidad; los distintos sultanes que gobernaron el país la valoraron enormemente. «A lo largo de los siglos, los reyes se apresuraron a fortalecer financieramente el establecimiento, desde los Zénètes hasta los Alauitas, pasando por los Almorávides, los Almohades y los Merínidas.» Fez, capital idrisí, Cheikh Mohamed El-Mountassir Billah Kettani El libro «Proyectos de investigación sobre el patrimonio educativo islámico» de Fethi Hussein Makkawi indicó que Fez disfrutaba de una gran reputación en las dinámicas científicas y educativas desde su fundación. Algunos historiadores incluso la consideran como la primera universidad musulmana en otorgar títulos de enseñanza superior. En la Edad Media, la Universidad brilló hasta Europa. La autora Laila Al-Atrash relató que varios eruditos estudiaron allí, incluido el papa Silvestre II, quien introdujo, desde Fez, los números árabes en Europa. Sabios como Ibn Jaldún, Moussa Ben Maimón e Ibn Arabi también realizaron sus estudios allí.