Con el regreso al poder de los Republicanos y de Donald Trump a la Casa Blanca, se alzan voces pidiendo un endurecimiento de la política estadounidense sobre el conflicto del Sahara. Hay presión para reconsiderar la legitimidad del Frente Polisario y solicitar el cese de la misión de la MINURSO. Con la llegada de los Republicanos al poder en Estados Unidos, se intensifican las voces que abogan por un mayor respaldo a Marruecos en el conflicto del Sahara Occidental. Algunos incluso sugieren poner fin a la misión de la MINURSO y dejar de reconocer al Frente Polisario como el «representante legítimo» de los saharauis. Pocos días después de que el American Enterprise Institute, un influyente centro de pensamiento cercano a los Republicanos, recomendara cesar la financiación de la MINURSO, el instituto publicó un artículo firmado por Michael Rubin. Este exfuncionario del Departamento de Defensa y experto en Oriente Medio insta a dejar de considerar al Polisario como el representante legítimo de los saharauis. El artículo describe al Frente Polisario, que aboga por la creación de un estado saharaui bajo el nombre de «República Árabe Saharaui Democrática», como un vestigio de la Guerra Fría, «creado por Argelia y apoyado por la Unión Soviética y Cuba para servir como proxy contra Marruecos». El centro sostiene que «la existencia del Polisario hoy en día es una violación de los derechos humanos», argumentando que Argelia apoya a este frente por dos motivos: asegurar un lugar en la mesa de negociaciones y desviar la ayuda humanitaria destinada a los campamentos de refugiados bajo control del Polisario. «¿Por qué debería la comunidad internacional seguir considerando al Polisario como el representante legítimo de los saharauis, cuando nunca ha sido elegido por ellos, y cuando el pueblo saharaui nunca ha tenido el derecho de elegir a sus representantes?» El centro sugiere que el movimiento Saharauis por la Paz, aunque «todavía en sus inicios», sea reconocido como un representante de los saharauis, ya que «posee ya una mayor legitimidad que el Frente Polisario, habiendo sido reconocido por la Internacional Socialista», una organización que hoy representa una corriente de izquierda moderada. Polisario y MINURSO bajo la lupa «El presidente Donald Trump no tiene mucha paciencia para el despilfarro de la ayuda internacional o su uso para apoyar el terrorismo en lugar de promover la paz. La misión de la MINURSO se ha convertido en un fracaso de mil millones de dólares, no habiendo logrado, en 34 años, cumplir ni siquiera la primera fase de su misión: organizar el referéndum.» Michael Rubin considera que Donald Trump y Marco Rubio deberían «exigir que el secretario general de la ONU, António Guterres, reconozca el movimiento saharaui por la paz y deje de reconocer al Frente Polisario como el representante de los saharauis». El martes, tras una reunión entre el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, y el secretario de Estado estadounidense, se reafirmó que «Estados Unidos reconoce la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental y apoya la propuesta de autonomía seria, creíble y realista de Marruecos, única base para una solución justa y duradera al conflicto». Ayer, Lisa Kenna, responsable de asuntos políticos en el Departamento de Estado estadounidense, transmitió esta posición directamente al enviado de la ONU, Staffan de Mistura.