Cuatro ciudadanos marroquíes han sido detenidos por la policía de Turín, acusados de participar en una red de tráfico infantil recientemente desmantelada. La operación se llevó a cabo tras interceptar a los sospechosos con un recién nacido que había sido trasladado desde Marruecos en una bolsa, con la intención de venderlo en Italia. El bebé, una niña que habría nacido en agosto de 2024, fue traída desde Tánger por una pareja marroquí el pasado octubre. Las autoridades descubrieron que la pequeña no figuraba en la lista de pasajeros y había sido ocultada en una bolsa de compras. Al llegar a Italia, la mujer que la transportaba solicitó asistencia médica debido a problemas de salud. La madre biológica habría entregado el recién nacido a los implicados con el objetivo de venderla a una familia. Para evitar ser detectados, la pareja que llegó a Italia buscó la colaboración de dos compatriotas —un hombre y una mujer— para cuidar a la niña hasta encontrar un comprador. La investigación reveló que los sospechosos estaban activamente buscando a alguien dispuesto a hacerse cargo del bebé a cambio de dinero. En caso de que las autoridades descubrieran a la niña, planeaban trasladarla al extranjero para eludir la justicia. Tras semanas de indagaciones, el 12 de marzo, los investigadores de la brigada móvil de Turín y de la sección de policía judicial de la fiscalía localizaron la residencia de la pareja que cuidaba temporalmente al bebé. La niña, que parece estar en buen estado de salud, fue llevada al hospital para realizar exámenes médicos. Las autoridades están ahora en busca de una familia de acogida. Por otro lado, la investigación ha aportado pruebas contundentes contra la pareja que organizó y ejecutó el traslado del recién nacido a Italia. Las dos personas que cuidaban temporalmente a la niña fueron arrestadas en flagrante delito, mientras que la fiscalía ha emitido órdenes de arresto por violación de la ley consolidada sobre inmigración.