El gabinete de lobby danés Rud Pedersen enfrenta actualmente críticas de eurodiputados nórdicos afiliados al grupo La Izquierda, quienes han iniciado una campaña para «incluir en la lista negra a los lobistas daneses de Marruecos». Además, han rechazado reunirse con representantes de este gabinete. «Trabajar para una potencia ocupante, directa o indirectamente, no solo es moralmente reprobable; contribuye a un mundo menos estable», afirman los eurodiputados en una carta enviada el jueves 6 de marzo a Rud Pedersen. «También vamos a alentar activamente a nuestros colegas, de todo el Parlamento Europeo, a adoptar un enfoque similar. La ocupación y sus defensores no deberían ser bienvenidos», añadieron. Estas críticas a Rud Pedersen son parte de una serie de presiones dirigidas a empresas con intereses económicos en Marruecos, especialmente en el Sáhara Occidental. La empresa danesa GreenGo Energy ya había sido objeto, hace unos meses, de una campaña similar llevada a cabo por una ONG cercana al Polisario. La iniciativa de los eurodiputados nórdicos se produce casi tres semanas después de la visita del 16 de febrero a los campamentos de Tinduf, realizada por Nikolas Nyrop, presidente de la ONG danesa Global Aktion. Esta asociación había acusado erróneamente a Marruecos de haber incendiado su sede en Copenhague.