La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha asegurado hoy que Marruecos, desde un punto de vista jurídico, no es "potencia ocupante" del Sahara Occidental, sino que ejerce "de facto" su control fruto del acuerdo al que se llegó en su día cuando España abandonó la colonia en 1975 Jiménez se ha referido al asunto del Sahara Occidental en su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, donde ha expuesto sus principales objetivos al frente del Ministerio. La titular de Exteriores ha reiterado que España "no tiene ninguna capacidad de acción, ni de potencia administradora, bajo ningún concepto", después de su retirada. Desde un punto de vista jurídico, ha añadido, "no se puede calificar a Marruecos como potencia ocupante, puesto que el ejercicio de facto que hace en el territorio de El Aaiún no es fruto de un conflicto bélico, ni de un elemento de fuerza, sino producto de un acuerdo", en alusión a los acuerdos firmados hace 35 años. En su opinión, el Sahara Occidental es "un territorio no autónomo donde no se ha concluido el proceso de descolonización". "Es lo que hay desde el punto de vista del derecho internacional, y yo me acojo a la legalidad internacional", ha dicho Jiménez, quien ha insistido en que el contencioso entre Rabat y el Frente Polisario debe ser resuelto en la ONU de forma justa y duradera. La ministra ha dado estas explicaciones ante las críticas de PP, PNV y grupo Mixto sobre el papel del Gobierno en la crisis surgida por los disturbios en el campamento de El Aaiún y en cómo enfocar la solución del conflicto de la ex colonia. La oposición le ha vuelto a pedir que condene la actuación de Marruecos por desalojar el campamento por la fuerza el pasado día 8. Jiménez ha afirmado que a la vista de los informes que se van conociendo sobre el desmantelamiento y los disturbios de los días posteriores, como el de la organización Human Right Watch, hay "una visión más clara y adecuada" de lo que sucedió. En este sentido, ha aceptado que "habrá que condenar la violencia", pero ha recordado que por ahora, hay contabilizadas más fallecidos marroquíes -once- que saharauis -dos-. La ministra ha dejado claro que "cualquier víctima humana necesita y tiene igual reconocimiento y protección". Ha vuelto a defender la "prudencia" con la que el Gobierno actuó desde un principio, no por "dejar de lado" la defensa de los derechos humanos, sino por los datos confusos que había. Jiménez ha insistido en que España hará un "denodado esfuerzo" para que se pueda conseguir un acuerdo entre Marruecos y el Polisario lo antes posible que ponga fin a la situación "desesperada" que vive el pueblo saharaui. Se ha congratulado de que ambas partes hayan aceptado discutir las propuestas del otro en el marco de la ONU. Marruecos defiende un plan de autonomía para el Sahara Occidental, mientras que el Polisario reclama un referéndum que le dé la opción de la independencia. La titular de Exteriores se ha comprometido a seguir apoyando que la misión que la ONU tiene el Sahara Occidental (Minurso) pueda tener competencias para evaluar la situación de los derechos humanos, a lo que hasta ahora se ha opuesto Marruecos y Francia. A su juicio, los acontecimientos del campamento de El Aaiún incrementará la "presión" para que se acepte este cometido.