El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio luz verde el martes a un desembolso de 496 millones de dólares para Marruecos, tras aprobar la tercera y última revisión de su programa de Resiliencia y Sostenibilidad (RSF). Con esta decisión, el total de los fondos otorgados en este marco asciende a 1,24 mil millones de dólares. Según Kenji Okamura, subdirector general del FMI, la economía de Marruecos ha mostrado una notable resiliencia ante los choques económicos, gracias, en gran medida, a políticas sólidas. A pesar de enfrentar otro año de sequía, se prevé que el crecimiento del país solo se desacelere levemente, alcanzando un 3,2 % en 2024, antes de subir al 3,7 % en los próximos años, impulsado por reformas estructurales y proyectos de infraestructura. No obstante, el desempleo sigue siendo alto, situándose en torno al 13 %, debido principalmente a la pérdida de empleos en el sector agrícola. La inflación, en descenso, ha permitido a Bank Al-Maghrib reducir su tasa de interés al 2,25 %, marcando su segundo relajamiento consecutivo. El programa RSF, aprobado en septiembre de 2023, tiene como objetivo apoyar la transición ecológica de Marruecos y fortalecer su resiliencia frente a desastres naturales, especialmente tras el devastador terremoto de septiembre de 2023. El FMI elogia los avances del país en materia de reforma fiscal, la integración del riesgo climático en su marco presupuestario y el fortalecimiento del Fondo Mohammed VI para la inversión, que facilita el acceso al financiamiento para las pymes. De las siete reformas previstas en el programa, seis ya han sido implementadas. Estas se centran principalmente en la gestión del agua, la liberalización del sector eléctrico y la evaluación de los riesgos climáticos sobre la estabilidad financiera. Sin embargo, la introducción de un impuesto al carbono ha sido pospuesta para permitir un análisis exhaustivo de su impacto.